Hayao Miyazaki e Isao Takahata se la jugaron con estos dos clásicos de Studio Ghibli, pero tenían una gran razón para hacerlos: "Se lo debía a Japón"
Aunque hoy en día cuesta imaginarnos el panorama del anime (y del cine) sin Studio Ghibli, al estudio japonés le costó encontrar la estabilidad. Fue una gran apuesta por parte de los directores Hayao Miyazaki e Isao Takahata y el productor Toshio Suzuki. Y es que aunque sus primeras películas fueron acogidas con muchísimo cariño, Ghibli no terminó de encontrar el éxito definitivo hasta ‘La princesa Mononoke‘.
Sus primeras películas fueron a todo o nada, y un mal estreno incluso podría haber hundido el estudio. En 1988 en Ghibli se la jugaron todavía más con un estreno doble: ‘Mi vecino Totoro‘ y ‘Mi vecino Totoro‘, con las que Hayao Miyazaki considera que saldó una gran deuda pendiente.
Ya iba siendo hora
Este «Barbenheimer» de anime marcó un antes y un después para Studio Ghibli, Hayao Miyazaki e Isao Takahata. Porque fue del todo una declaración de intenciones con todo lo que tenía que ofrecer el estudio, y una carta de presentación maravillosa con dos historias muy diferentes ambientadas en Japón. Porque tras décadas haciendo historias internacionales, Miyazaki sentía que ya iba siendo hora de hacer películas sobre su país.
«Hasta ahora, he estado creando trabajos ambientados en países extranjeros o en países ficticios con nacionalidades ambiguas. Y gradualmente sentía que había ido acumulando una deuda con Japón, el país donde nací y crecí», dijo Miyazaki durante la producción de ambas películas, como recogen desde Friday Roadshow de Nippon TV.
Takahata y Miyazaki dieron sus primeros pasos como animadores y directores adaptando clásicos de la literatura internacional, como ‘Ana de las Tejas Verdes’ o ‘Heidi’. Y las primeras películas de la era de Ghibli, ‘Nausicaä del valle del viento‘ (que les permitió fundar el estudio) y ‘El castillo en el cielo‘ estaban ambientadas en escenarios fantásticos sin especificar.
Así que con ‘La tumba de las luciérnagas’ y ‘Mi vecino Totoro’, los dos directores buscaron retratar directamente la vida en Japón y su día a día, incluso los aspectos más crudos en el caso de la primera. Y aunque Ghibli no se alejó del todo de la fantasía, sí que se ha caracterizado por plasmar todo tipo de historias ambientadas en Japón (e inspiradas por su folclore) con otros clásicos como ‘Susurros del corazón’ o ‘Pompoko’.
En el caso de Miyazaki, además se ha mantenido firme en el intento de saldar su «deuda» con ‘El viento se levanta‘ y ‘El chico y la garza‘, sus dos películas más recientes. Veremos si con su próxima película regresa a la fantasía o nos quedamos un poquito más en Japón.
En Espinof | Todas las películas de Studio Ghibli ordenadas de peor a mejor
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La noticia
Hayao Miyazaki e Isao Takahata se la jugaron con estos dos clásicos de Studio Ghibli, pero tenían una gran razón para hacerlos: «Se lo debía a Japón»
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Mariló Delgado
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